En Maipú hubo dos encuestas previas a la elección de alcalde, ampliamente replicadas por medios de prensa y televisión.
Sin embargo ninguna de ellas estuvo ni siquiera cerca de los resultados.
La primera fue encargada por Revolución Democrática a Natural Phone y daba un empate técnico entre Cathy Barriga y el actual alcalde electo, Tomás Vodanovic con 27,8 y 27,6%, respectivamente. La encuesta dio a la candidata Viviana Delgado un 10,1% de las preferencias.
La segunda fue difundida por el comando de Alejandra Bustamante y corrió por parte de la Consultora Panal, dando a la candidata de la DC un 33,2% de las preferencias, seguida por Barriga con un 27,3%, Vodanovic (11,6%), Delgado (8,4%) y Ramírez (3,6%).
Ambos sondeos fueron replicados en medios nacionales y sirvieron de pie para determinar la competitivdad de los candidatos y por ende su invitación a matinales y cobertura de prensa.
A pesar de la amplia difusión de estos números, los resultados finales distaron bastante de las proyecciones solicitadas por cada comando, donde coincidentemente cada uno aparecía con amplia ventaja.

El rol de las encuestas en la política nacional
Para el analista político y panelista del programa político Comando Jungle, Mirko Macari, encuestas como estas son parte de las debilidades de nuestra democracia, permitiendo que quienes las realizan definan el marco de interpretación de la realidad.
Específicamente, Macari hizo alusión al rol de los medios como replicadores de esta información:
“Encuestas que sirven de insumo a los diarios que a su vez pautean a los columnistas que están en la televisión y en la radio, que son la base por la cual los que hacen las encuestas asesoran a grandes empresarios.”
Una situación que también afectó a la Lista del Pueblo, que en un sondeo de El Mercurio los proyectaba con apenas 2 escaños, lo que terminaron convirtiéndose finalmente en 27 y la gran sorpresa de la Convención Constituyente.
La situación recuerda el emblemático caso de la ex candidata presidencial Beatriz Sánchez, a quien la encuestadora CADEM entregó una proyección de entre 13 y 15% para la presidencial de 2016, obteniendo finalmente un 20%.
Esta encuesta planteó un escenario donde el voto de Sánchez podía verse como “voto perdido” frente a al candidato “más competitivo”, que según los sondeos era Alejandro Guillier.
La situación gatilló un debate sobre la objetividad en la metodología e intereses particulares de las encuestadoras, que incluso llevó a Patricio Navia y Gonzalo Espinoza a escribir una columna titulada “En qué se equivocó la Cadem” (Ciper Chile).
Los analistas finalmente concluyeron en la oportunidad:
“Dada la importancia que tienen las encuestas en la política actual y buscando contribuir a que las encuestas en el futuro sean capaces de reflejar adecuadamente las preferencias de la gente, contribuimos con esta observación al debate sobre las razones que pudieran explicar por qué los resultados del 19 de noviembre sorprendieron a aquellos que, a partir de las encuestas, esperaban una mejor votación para Sebastián Piñera y una votación más baja para Beatriz Sánchez en la primera vuelta.”
Ve aquí el video completo del análisis de Macari




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