Mucho se ha hablado sobre qué pasará en la política local. Se dijo, por ejemplo, que la alcaldesa Cathy Barriga dejaría su cargo, cosa que no pasó.
Se dijo también que habría primarias en la centro-izquierda.
Cosa que tampoco ha pasado, y a pocos días de la fecha límite todo parece indicar que no pasará.
Faltan meses para las elecciones, y ya hemos visto en redes sociales una serie de rumores mal intencionados, operaciones disfrazadas de noticias y por supuesto los perfiles anónimos, creados por un grupito incapaz de hacerse responsables de sus dichos.
En fin, la dura lucha por el poder en todas sus formas.
En medio de todo eso y llegando a fin de año, nos lanzamos con nuestras predicciones para el 2021.
La ex Nueva Mayoría y sus fantasmas

La pugna entre los candidatos de la ex Nueva Mayoría se arrastra desde los tiempos en que la Democracia Cristiana gobernó por años la Municipalidad de Maipú.
Los tiempos dorados, donde muchos se beneficiaron de alguna manera u otra de la mano amiga del Partido del Orden en Maipú.
Tanto Alejandra Bustamante, como Freddy Campusano, como Ariel Ramos fueron, han sido o son funcionarios municipales.
Ellos representan el ascenso de una burocracia local que envejeció junto a la decadencia de los partidos políticos.
Pero el problema de fondo no tiene que ver directamente con ellos.
Tiene que ver con un fenómeno mundial, el auge de la tecnología, las redes sociales y lo que se ha conocido como el derrumbe de las instituciones tradicionales por fatiga de material.
Quizás el mayor síntoma de este caos sea el intento fallido de tener primarias ciudadanas en Maipú.
Mientras la DC apoyada por los radicales, y en menor medida el PPD, intentaron insistentemente tener elecciones ciudadanas, desde las directivas nacionales cortaron por el camino más fácil: usar a Maipú como moneda de cambio por otra comuna.
Presumiblemente, el pacto tendría relación con que la DC se omita en Maipú a cambio de otras comunas del distrito.
Esto demuestra cómo las estructuras partidarias pueden incluso perjudicar a sus propias bases cuando hay intereses cruzados en juego.
Mientras el actual presiente nacional de la DC, Fuad Cahín, apuesta por el camino lejos del partido comunista, la presidente comunal, Alejandra Bustamante, ha intentado por todos los medios torcer la mano con el apoyo de la senadora Ximena Rincón.
Capital Poniente fue el anfitrión de muchas conversaciones donde los representantes de Unidad Constituyente enviaron pública y reiteradamente señales de unidad.
Sin embargo, todo indica que la apuesta falló, y habiendo conversaciones bastante avanzadas, un acuerdo entre los partidos de Unidad Constituyente parece la opción más práctica al dilema.
Mientras la unidad local favorece a Bustamante, y la influencia nacional juega a favor de Campusano, todo indica que habrá acuerdo forzado, en cuyo caso la llamada rebelión de las bases quedará como una anécdota en la historia comunal.
El Frente Amplio, Viviana Delgado y el Partido Comunista




Lo primero es decir que el Frente Amplio y Viviana Delgado (Independiente-PEV) tienen el ticket asegurado para abril.
Si nada cambia, ellos serán los candidatos que enfrentarán oficialmente a la actual alcaldesa Cathy Barriga.
En este escenario, quien tiene el camino más difícil es Ariel Ramos, quien sin primarias ciudadanas no tendría suficiente palanca para negociar frente a los dos candidatos validados con votos en las urnas.
Su candidatura tardía y su incómoda posición con la ex Nueva Mayoría ponen a Ariel en un pie difícil cuando se habla de continuidad versus cambio.
En la práctica, para que haya un candidato único, Tomás y Viviana tendrían que deponer sus candidaturas o llegar a algún acuerdo entre ellos, para luego salir al encuentro de Ariel. Algo difícil para Tomás, quien luce con orgullo los más de 3.000 votos de la última primaria.
Un punto interesante y poco comentado es el costo de cada voto cruzado por el gasto de campaña en las últimas primarias.
Para conseguir esos votos, la campaña de Vodanovic gastó 4,6 millones entre aportes privados y los de su partido.
Viviana Delgado declaró 151.000 pesos: 100.000 del PEV, 50.000 de 1 privado, y 1.000 pesos de su bolsillo (“estábamos probando si funcionaba la tarjeta“, confesó en República Independiente).
La pregunta es cuántos votos habría sacado Viviana con un presupuesto similar. O dicho de otro modo, cuántos votos habría sacado Vodanovic con 151.000 pesos.
Y de eso se tratará esta siguiente etapa, el valor que cada candidato tiene que ofrecer de cara a una negociación.
Fuera de este bloque lo más cercano a una candidatura “ciudadana” podría ser la figura de Jorge Oyarce, ahora militante del Partido Humanista y participante de una de las tantas asambleas autoconvocadas.
Sin embargo, el rol del PH está lejos de tener un peso crítico en esta elección, y la figura de Pamela Jiles parece ser el gran eclipse que opaca todo bajo su figura, que brilla muy lejos de Maipú.
Aún así, resta saber si este grupo podrá sentarse en una mesa y llegar a un acuerdo de 10 puntos sobre temas claves.
Este acuerdo no será vía consulta ciudadana, ni por asambleas populares ni por plebiscitos comunales. Ni los tiempos ni la logística dan para eso. La realidad no lo permite.
Será la política en su estado puro: la posibilidad de que personas que piensan distinto lleguen a un acuerdo para gobernar conjuntamente una comuna.
¿Podrán sentarse en una misma mesa y llegar a un acuerdo sobre cómo administrar profesional y ecuánimamente una municipalidad con más de 3.000 funcionarios?
La evidencia dice que no, ya que en Maipú, como dice Abba, el ganador siempre se lo lleva todo.
La derecha tiene candidata: Cathy Barriga




Mientras todo eso pasa, en Maipú hay una derecha que mantiene la disciplina. Incluso trascendió que ya hay acuerdo para que Cathy Barriga sea la candidata del sector por acuerdo de las directivas nacionales.
Una solución tosca, pero efectiva.
A pesar de las apariencias, Barriga ha demostrado una capacidad sorprendente de supervivencia y astucia política, logrando anular al Concejo Municipal y haciendo creer a los mejor analistas políticos que no iría a la relección.
¿Cuánto esto importa sobre el estado de la comuna? Poco, porque en la política representativa chilena lo importante es quién saca más votos y los acuerdos de las mayorías.
Eso al menos hasta la redacción de la nueva constitución.
Si nada cambia, la división en la izquierda le asegura a Cathy Barriga un camino seguro a la relección.
Esta nota no ha sido pagado o patrocinado por ningún partido político, candidato o autoridad en ejercicio. Nuestro compromiso es señalar expresamente cuando así corresponda.




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