Hasta a las personas más tímidas las sacará de su espacio. Es inevitable, es algo que se encuentra en nuestra condición de humanos. Bailar es parte del movimiento que enciende este disco de finales de marzo del 2020 de la británica Dua Lipa. Si al comienzo no mueve tu cuerpo entero, definitivamente si lo hará tu cabeza, hombros y brazos. Y cuando menos te des cuenta, estarás sudor con sudor rozando el cuello de alguien más.

Pasión, deseo, ardor. Son algunas de las palabras que siento cuando escucho este disco que no alcanza los 40 minutos. Pero la verdad de las cosas, es que es mejor vivirlas con las luces de neón rebotando en tus párpados a que yo te lo cuente. Solo te digo que la inspiración de Michael Jackson, Madonna, Daft Punk, Lily Allen y Beyoncé, recorren los instrumentos para dejarte con la cadera húmeda e incendiada. En especial en las líneas de bajo, oreja ahí.

La voz de Dua Lipa es fácil de reconocer, sus graves son susurros que te erizan la piel y te dejan con las manos transpiradas, como por poder describir algo. Sus fraseos pasan de un lugar a otro, a ratos creo que rapea pero luego vuelve a los clásicos del pop al más puro estilo de diva. Por otra parte, sus letras hablan de fiestas, desamor, de la necesidad del otro para prender la mecha como también del amor propio. Un repertorio clásico de lo que desea su edad.
Acompañados, solos o a medio camino, Dua Lipa les dará un segundo aire prediciendo lo que pasará post cuarentena.

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